Todo lo que se fue construyendo a lo largo de los anteriores novecientos noventa minutos, parecía derrumbrase en una tarde para el olvido, en el ultimo partido haciendo las veces de local en el Nuevo Gasometro.
La definición mas exacta la dio el Pelado Almeyda declarando ( en una sorprendente y sana autocritica ) que su River fue un " equipo frió ".
Aldosivi no ejerció una superioridad aplastante ni mucho menos, pero le alcanzo con ser un equipo ordenado, corto y de presión constante. Beneficiado claramente por la pasividad de la banda, que pareció un equipo sin alma, sin la garra característica de los últimos compromisos.
Tan poquito fue lo del millonario que llego a un empate parcial, por un penal fabricado artesanalmente por Chori Dominguez y comprado al contado por el pito. Cavenaghi lo cambio por gol, sumando uno mas a su cosecha goleadora.
Se noto y mucho la ausencia de Cirigliano en el anillo central , ya que Ledesma tuvo un rendimiento decepcionante.
Pero faltaba lo mas doloroso de la tarde. Al igual que en la apertura del marcador a través de un cabezazo bombeado de Furios, el equipo Marplatense sello la histórica victoria por medio de otra pelota parada, horriblemente defendida por River, que terminaria en un cabezazo mortífero, del hasta hoy desconocido para nosotros, Zunino.
Se perdió el invicto, pero lo mas preocupante es que nos apartamos groseramente de los preceptos de entrega, presión y juego que venia pregonando el equipo.
Es una derrota que duele ( por lo inédito del rival, por alimentar los argumentos despectivos de la contra ) pero resulta propicia esta coyuntura, para asimilar el golpe, tomándolo como bisagra y como muestra clara de lo queremos para nuestro equipo.
Es tiempo de tener la mente fría, y el corazón caliente.
Peor que hoy no se puede jugar, eso seria lo único para rescatar.
Jujuy aparece en el horizonte para que la tarde de hoy sea solamente un aislado y amargo recuerdo de verano.
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